Capítulo 3 Side A (Lado Kiyojima), Parte 2. Usar a Izaya Orihara [Una puesta de sol con Izaya Orihara]

Hace medio dia en la Royal Suite del Hotel Bunokura Grand Place

— Tú bastardo… ¿Te estás alojando en un sitio como este?

— Me gustan los sitios altos. Aunque no es que me obsesionen las Royal Suites. Si estuviera permitido, pondría una tienda de campaña en el helipuerto de la azotea y no tendría problema con dormir ahí.

— Cállate.

Douma rechinó los dientes.

Después de ser secuestrado gracias a la amenaza del alcohol y el encendedor, lo llevaron a la habitación Suite de hotel de mayor calidad en la ciudad. El alcohol ya se había evaporado, e incluso si el hombre provocaba un fuego no hubiera cubierto toda el área. Pero Douma acabó siendo incapaz de correr y sucumbió ante la presión que emitía el viejo Sozoro detrás suyo.

— ¿Así que, que tiene un gran informante como tú, habiéndome secuestrado, planeado hacer? Si quieres conseguir dinero de rescate de mi padre, deberías rendirte. Mi padre lo encontraría demasiado molesto de tratar y se etiquetaría como "un padre trágico cuyo hijo fue asesinado por su secuestrador" y me abandonaría. Incluso puede que use esa historia en propio beneficio para difundir rumores de que fueron los tipos de Adamura quienes estaban detrás de ello para tener a la ciudad en sus manos.

Escupió Douma, fulminando con la mirada al informante sentado en la silla de ruedas. Ante eso, el informante Izaya Orihara se expresó encogiéndose de hombros.

— No puede ser; ¿Crees que soy un asesino contratado por Adamura-san?

Izaya habló de una forma extremadamente amistosa e informal, abandonando la respetuosa formalidad del keigo que usó antes cuando habló por teléfono con Douma.

— ¿No consideras la posibilidad de que fue tu padre quien me contrató? Parecía que su hijo iba a volverse parte de un escándalo y a interponerse en su camino, así que decidió hacerte desaparecer.

— Já. Mi padre no iría tan-...

— Douma-san. ¿No lo has dicho tú mismo hace un momento? Él se beneficiaría de volverse el  "padre trágico cuyo hijo fue asesinado por su secuestrador". Sería matar dos pájaros de un tiro. No, corrige eso, tres pájaros. ¿De verdad crees que él tendría las opciones de no abandonarte?

— …

Douma se quedó en silencio.

Era verdad que su padre tenía un lado cruel.

«¿Pero iría él tan lejos?»

Como para dar el golpe final, Izaya inquirió todavía más.

— Desde que eras pequeño te alejaste del camino correcto y te aventurabas cada noche que casi no volvías a casa. ¿Cuánto podría alguien como tú decir que conoce a su propio padre?

— ¡Cállate un poco! Te voy a matar…

— Oh vaya, qué miedo. Me pregunto quién será más rápido; Sozoro matándote o tú a mi.

Douma chasqueó la lengua ante la risita de Izaya.

«Maldita sea, si ese viejo no estuviera detrás mío...»

Imaginado el escenario si se rebelara ahí, se le formó sudor en la espalda.

Pero el propio Sozoro declaró tras un momento de reflexión.

— Estoy esperando que esta persona le mate, Izaya Orihara-dono. Si tras ese hecho acabo con él como guardaespaldas, entonces puedo limpiar el estancamiento de la sociedad permaneciendo inocente, ¿correcto?

— Sozoro-san, es horrible no solo el llamar a una persona villano sino también llamarlo 'estancamiento de la sociedad'... 

— Mientras usted permanezca inconsciente de sí mismo, entonces no hay esperanza de salvarle. Más que malas acciones cometidas por malas intenciones, diría que es más peligroso cometer malas acciones con buenas intenciones. Pero en cuanto a usted, quien continúa contaminando a las personas a su alrededor por el capricho de sus intereses no hay nada más para poder describirlo adecuadamente aparte de un estancamiento de este mundo cansado en forma humana.

— Gracias por la educada explicación. Has herido un poco mi ingenuo corazón.

Salvo que Izaya tan solo sacudió la cabeza con una sonrisa, careciendo por completo de la actitud de estar herido.

— Hay que ver. Por qué las personas que contrato siempre tienen la lengua afilada contra mí más de lo necesario.

Entonces moviendo la silla de ruedas hacia delante, le dijo a Douma mientras se acercaba a él incesantemente.

— Bueno, ahora, sobre porqué te he llamado aquí. Como dije por teléfono, solo quiero obtener información de ti.

— ¿Información…? Já, entonces realmente eres un espía para Adamura. ¿Así que quieres saber algún tipo de debilidad de mi padre?

— No. Lo que quiero saber es solo una cosa. Ya que este es nuestro primer encuentro, espero que te conviertas en un cliente regular, ¿así que qué tal si te ofrezco un servicio? ¿Qué tal si primero te doy una pieza de información interesante?

— ¿...Información interesante?

Izaya sencillamente dijo al ceñudo Douma mientras miraba por la ventana hacia las montañas:

— Esta ciudad es mía, sabes. Ya se ha secado.

Por unos segundos, el silencio reinó en la habitación Suite. El sonido de Douma resoplando rompió el pesado silencio.

— ¿Ha… Qué diablos estás diciendo?

— Han habido rumores de ello desde hace mucho tiempo, ¿verdad?

— ¡Rumores son rumores! ¡¿Incluso si fuera así, por qué sabrías tú eso?!

Douma gritó con fuerza. Izaya contestó de forma clara.

— ¿Y si te digo que… he conseguido evidencia en un registro de que el grupo Adamura está recibiendo metales raros y plata del extranjero?

— …

— También que esa mina ya estaba seca desde el año pasado. La familia Adamura ha estado secretamente recibiendo minerales de otros lugares y desde entonces hacen ver que los obtienen de su mina. Por supuesto, incluyendo también ocultas transacciones en grandes cantidades.

— Espera un momento… ¿Al contrario, no son ellos los que salen perdiendo? No hay razón para hacer eso.

— Hay una razón para eso. La singularidad del grupo Adamura es bastante inmensa.

Izaya tomó la copa de vino de alta calidad en su mano mientras permanecía sentado en la silla de ruedas y movió el té de cebada ya vertido de una botella de plástico en la copa.

— No es que las minas de oro y las minas de plata se hayan secado. Solo es que abrir nuevas minas de oro y cavar demasiado tendría efectos mayores sobre el precio de mercado del oro, así que excavan a la vez que lo regulan.

— ¿De verdad?

— La mayoría de las grandes compañías compran otra tierra y abren otra mina en alguna montaña cuando la mina que poseen se seca... si es posible, pero con el grupo Adamura también obsesionado en controlar la región, no pueden mostrar interés en comenzar nueva minería fuera de la ciudad en este momento. Una vez que demuestren debilidad, serán el objetivo de otras grandes organizaciones y eso sería el fin para ellos.

Douma inconscientemente objetó la simple declaración de Izaya de “el final del grupo Adamura”. Ellos eran enemigos, pero no podía imaginar que su enemigo jurado quien había recibido el nombre de “lord feudal” y estaba controlando la ciudad pudiera ser destrozado por el agotamiento de la minería.

— No hay forma de que eso pase. De hecho, ellos consiguen muchas ofertas…

— Para avanzar en esos otros negocios y controlar la ciudad con la plata… bueno, más exactamente, tal vez solo con metales raros. ¿Qué si han usado los suministros de esos otros recursos? Han habido muchas personas antes que yo que han buscado alguna forma de recibir acomodaciones para poder proveer de metales raros a compañías particulares.

— No, hay algo muy extraño en eso. ¿Al final no son ellos los que, al contrario, salen perdiendo? Si ahorraran dinero incluso yo sé que sería suficiente sin tener que esforzarse demasiado.

— Sí, por eso, solo están apañándoselas.

Explicó Izaya, soltando una risita.

— Los planes de remodelación de esta ciudad… Si no fuera por eso, podrían haber anunciado el inesperado cierre de la mina.

— Ah…

— Si hubieran podido participar rigurosamente en los planes de reurbanización, habrían recibido enormes intereses. Eso trajo muchos cambios. Suficientes como para apagar la mina para que no sea un gran problema.

En ese punto Izaya se interrumpió. Tras beber el té de cebada en la copa de vino de una sola sentada, continuó sus negociaciones con una leve sonrisa.

— Bien, ahora… en cuanto a la “evidencia de que están recibiendo minerales de fuera”, te ofrezco vendértela.

Una vez más, en la habitación reinaba el silencio.

Douma también volvió a romper el silencio, pero no con un resoplo; fue con el sonido de tragar nerviosamente.

— ¿...A cambio, qué querías preguntar? No tengo ninguna información para igualar eso…

Si ese hombre quería saber sobre las relaciones amorosas de su padre Douma, sabía sobre ellas, pero no creía que eso pudiera compensarlo, y actualmente su padre borraría inmediatamente cualquier sospecha levantada por sus amantes.

Hasta este punto estaba escuchando medio muerto y no estaba consiguiendo la evidencia crucial.

«¿Dinero probablemente no ayudará, verdad?»

Sopesó Douma para sí mismo cuando repentinamente pensó en una pregunta.

«Espera un momento.»

— ¿...Por qué yo?

— ¿Eh?

— Podrías conseguir mucho más dinero negociando con mi padre en vez de conmigo, y si la evidencia es real, mi padre daría una suma bastante justa por ello. No, él debería ser capaz de usar el dinero para chantajear a Adamura. Yo podría ser asesinado, pero si fuera una persona como tú, tú serías capaz de negociar con mucha gente de fuera, ¿cierto?

Entonces Izaya hizo una expresión de entendimiento y contestó.

— Es simple. Quería preguntarte algo que no sabría nadie más que tú.

— ¿...?

Douma hizo una mueca de confusión. Izaya hizo su “solicitud” con una seria expresión, desvaneciéndose la sonrisa de su rostro.

— Quiero saber en detalle sobre la persona que murió aquí hace un tiempo: Ryuuichi Adamura.

— Tanto como puedas proporcionarme.  Si es información que solo tú sabes, dependiendo del contenido no tengo problema en darte 50 millones en efectivo.

♀♂

Presente, en una librería junto a la costa

En una librería ubicada al lado del mar, entró una brisa marina.

«¿Los libros no se dañarán más rápido, o sí?»

Una chica estaba sentada en la ventana de la librería, reflexionando eso para sí misma.

Su nombre era Nana Kiyojima. Era la hermana menor de Douma, y actualmente estaba en su tercer año de instituto. Continuó leyendo su novela de tapa dura de fantasía favorita sintiéndose deprimida. Le gustaban las historias en las que desafortunadas almas difuntas se reencarnan en otro mundo ajeno a la tierra. Era una historia honrada que le habían contado hacía tiempo, pero ahora no podía evitar estar celosa de los personajes principales de la novela ligera.

Era la hija del congresista Kiyojima. Había gente celosa de su crianza, pero ella no podía evitar sentirse incómoda sobre su situación. Era acosada por ello, y habían veces en las que era seguida del colegio a casa por personas que se hacían llamar escritores independientes.

Había mucha más gente en situaciones desafortunadas. Quería razonar consigo misma que debería ser afortunada tan solo por estar viva, pero aun así era incesante el tener que soportar la sensación de sofoco de esta ciudad. Para la hija de Kiyojima, ella podría haberse sofocado mucho más que una persona normal.

Pero ahora mismo ella no pensaba en morir para volar hacia otro mundo. No podía pensar en ser la única en irse primero.

— ...Kazuhisa.

Murmuró el nombre del hombre quién fue su amigo de la infancia y su amado. Pero no había nadie para contestarle.

No había duda de que pasó por momentos felices. Solo con estar con Kazuhisa, se liberaba de la sensación de sofoco de la ciudad. Solo con ser capaz de sonreír normalmente con él; para ella el hombre Kazuhisa era una existencia irreemplazable. Hasta que él fue acogido en la familia Adamura.

Rechazaron todo de su relación. Más que eso, él se convirtió en el hermano pequeño de Ryuuichi Adamura- el hombre que se metió con ella y luchó con su hermano en una lucha masiva como en un combate a muerte.

Al principio lo intentó, pensando “si Kazuhisa y yo nos convertimos en el puente, tal vez la hostilidad entre Adamura y Kiyojima se desvanecerá”. Era cierto que obtuvo traumas por las burlas que recibió de Ryuuichi en el pasado. Pero pensó que si podía soportar incluso eso entonces no debería haber problema. Si eso haría a Kazuhisa feliz, ella podía soportar todo eso. Pero le recordaron que la resolución de la discordia entre las dos familias era un muro bastante alto; que ella era inútil y sin la protección de su padre era una existencia que no podía hacer nada.

Su padre, madre y hermano incluso le dijeron, “tan solo fuiste engañada”. Y entonces, incluso si pudiera negarlo, se desesperó por su débil yo que no podía cambiar su forma de pensar. Con una reacción violenta por perder todo lo que era más importante para ella, la sensación de sofoco fue creciendo más fuerte tras el paso de lo días.

«Sería maravilloso si junto con él pudiéramos ir los dos a otro mundo- un mundo no sofocante como este Bunokura.»

Pensando en eso, silenciosamente continuó pasando las hojas del libro. Justo entonces, un susurro llegó a sus oídos.

— Hey, señorita. ¿Eres Nana Kiyojima-san?

Cuando miró, había un niño de apariencia adorable sentado a su lado. El niño parecía tener edad de primaria, pero no había ninguna mochila en su espalda.

«Hoy es un día festivo, ¿así que es un niño que ha venido a estudiar a la librería? ¿Pero por qué sabe mi nombre?»

Pensó Nana para sí misma e inclinó la cabeza hacia un lado, pero el niño le dijo.

— Um, ¡Izaya-san me ha pedido que te lleve hacia él!

— ¿Izaya-san? ¿Quién es ese?

— ¡Él es una buena persona! ¡Así que no te preocupes!

El niño bajó de la silla, dándole solo eso como respuesta.

— ¡Por favor date prisa! ¡Esperaré fuera!

Tal vez miraba de comportarse como lo estaba haciendo porque estaba en una librería. Se dirigió hacia la salida a paso rápido tras decirle eso en un susurro.

Como si fuera el conejo guiando a Alicia hacia otro mundo.

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Traducción: Yuko
Basado en el texto en inglés de: Kaede726
No tomar ninguna traducción sin permiso y sin dar créditos. Los reposts están prohibidos.
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